En la carrera por la vida sana, cada pequeño detalle cuenta. Los alimentos serán la gasolina con la que el vehículo, nuestro cuerpo, deberá permitirnos vivir con velocidad, por lo que las decisiones nutricionales que tomemos marcarán el éxito o no de nuestros planes. Optar por los denominados superalimentos puede ayudar mucho a que nuestro cuerpo esté más sano, mejor alimentado y con unos nutrientes que le permitan funcionar en el futuro: es el caso de las semillas de chía.
La chía, en esencia, es una planta originaria de territorios centroamericanos como Guatemala, Nicaragua o El Salvador. De ella, a nivel nutricional, se aprovechan las semillas: un grano con unas propiedades nutricionales extremadamente aprovechables en cualquier tipo de dieta gracias a su alto contenido en carbohidratos y fibra.
Valores nutricionales de las semillas de chía
Para ser considerado un superalimento, cualquier tipo de ingrediente debe poseer diversas propiedades y beneficios para el organismo que le hagan merecer tal calificativo. En el caso de las semillas de chía, sus ventajas son aplicables prácticamente de manera universal: además de liberar carbohidratos saludables y una gran cantidad de fibra, las semillas de chía tienen un porcentaje muy elevado de proteínas vegetales, ácidos grasos omega 3 y ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre.
Las semillas de salvia hispánica, nombre científico de la chía, son ideales en términos nutricionales especialmente para dos tipos de caso: para dietas enfocadas a la pérdida de peso y para dietas enfocadas al rendimiento deportivo. Como complemento para luchar contra el sobrepeso y la obesidad son perfectas por su capacidad antiinflamatoria pero, sobre todo, por una cualidad muy valiosa en alimentos saludables: su poder saciante. Incluir semillas de chía en la dieta ayuda a reducir la ansiedad por la comida, a que la sensación de hambre disminuya y a mantener el cuerpo con unos niveles nutricionales positivos.
Además, la chía es ideal para apuntalar el régimen alimenticio de deportistas. Aporta hidratación al cuerpo, es una gran fuente de energía por su gran cantidad de vitaminas y minerales y, además, sus altos niveles proteicos y fibras hacen que sea un alimento ideal tanto para ganar músculo como para regenerarlo tras el ejercicio.
Contraindicaciones de las semillas de chía
Pese a sus múltiples beneficios, las semillas de chía también pueden estar contraindicadas en determinados casos por su elevado contenido de fibra. Ese elemento implica que para personas que tengan alguna incidencia en su tránsito intestinal, como puede ser la diarrea, gases o alguna cirugía reciente en el aparato digestivo, la chía puede suponer una bomba de relojería y una gran fuente de malestar.
Tampoco es recomendable en personas hipotensas, pues puede agravar su problema, ni en el caso de presentar un cuadro de diverticulosis, ya que las bolsas que se acumulan en colon e intestinos podrían sufrir. Pese a estos casos concretos, las semillas de chía son un alimento con beneficios casi universales.
Recetas con semillas de chía
Las semillas de chía son, además de positivas a nivel nutricional y muy recomendables como elemento a incluir en casi cualquier dieta, un ingrediente versátil al que poder sacar partido en la cocina. Son un alimento de un sabor suave que casa con prácticamente todo, por lo que las opciones son casi ilimitadas y todo depende de la imaginación de quien esté a los mandos de los fogones.
Pueden utilizarse como núcleo de ensaladas frescas con todo tipo de acompañamientos; en un batido con frutas o vegetales; como guarnición en platos de carne o pescado; como sustituto de pasta o arroz en platos calientes; como complemento al yogur… Un sinfín de posibilidades para poder adaptar las semillas de chía de mil y un maneras a la dieta sin llegar a aburrirlas y poder, así, beneficiarse de todas sus propiedades y llevar un estilo de vida saludable.
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